Cartagena, Colombia – EL ESPÍA
Cansada de ver cómo su hija descuidaba sus estudios a pesar de tener todas las condiciones para sobresalir, una madre decidió corregirla con cinturonazos tras conocer sus malas calificaciones. Según la mujer, la joven no colabora en casa porque afirma estar estudiando, pero los resultados académicos demuestran lo contrario. A pesar de tener uniforme nuevo, mochila, comida asegurada y un celular, su desempeño escolar es preocupante.
Para muchos, el problema tiene un claro responsable: el uso excesivo del celular, que distrae a los jóvenes y los aleja de sus responsabilidades. En este caso, la madre considera que su hija ha abusado de la confianza y las facilidades que se le han dado, por lo que decidió imponer una corrección firme.
Mientras algunos critican el castigo, otros apoyan la decisión de la madre y advierten sobre los peligros de una educación permisiva. La pregunta que surge es clara: ¿se ha perdido la autoridad de los padres por temor a las críticas o es momento de retomar el control para garantizar un futuro mejor para los hijos?
