Bogotá, Colombia – EL ESPÍA
A ocho años del desastre que azotó a Mocoa, la ciudad sigue sumida en la espera de la prometida reconstrucción, mientras más de $144 mil millonessiguen retenidos en fiducias sin que se materialicen avances. En un reciente debate en la Comisión Primera de la Cámara, el representante Carlos Ardiladenunció el fracaso de la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo (UNGR) y la angustia que esto ha generado en la población de la ciudad.
Ardila no dudó en calificar la situación como una “segunda avalancha” para Mocoa, apuntando directamente a la UNGR: “Ha sido un desastre en sí misma”, subrayó durante su intervención. A pesar de las promesas de reconstrucción, los proyectos clave como la plaza de mercado, las viviendas urbanas y rurales, la cárcel y el sistema de alertas tempranas permanecen paralizados. “Han condenado a Mocoa a vivir sin agua, sin casas, sin CAN, sin plaza, sin cárcel. La comunidad merece respeto”, expresó Ardila con firmeza.
El congresista criticó también la actitud hermética y descoordinada de la UNGR, acusándola de imponer decisiones sin consultar con las autoridades locales ni con las comunidades afectadas: “Es una entidad que no dialoga ni coordina”, afirmó.
Ante la creciente indignación, se ha anunciado la convocatoria de una audiencia pública en Mocoa, en la que la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo deberá rendir cuentas a la ciudadanía sobre los incumplimientos y la falta de ejecución de los recursos asignados.
Hoy, a 2.959 días del desastre que dejó 333 muertos, 398 heridos y más de 7.800 familias damnificadas, Mocoa sigue atrapada entre las ruinas del desastre natural y la parálisis de la respuesta estatal.
