Oslo, Noruega – EL ESPÍA |
El Comité Noruego del Nobel otorgó el Premio Nobel de la Paz 2025 a María Corina Machado, destacando su valentía, liderazgo y compromiso en la defensa de los derechos democráticos del pueblo venezolano, y su lucha por una transición pacífica y justa hacia la democracia.
En un momento en que la democracia se tambalea en distintos rincones del mundo, el Nobel de la Paz recae sobre una mujer que mantiene encendida la llama de la libertad en medio de la represión y el autoritarismo. María Corina Machado es reconocida como uno de los ejemplos más extraordinarios de coraje civil en América Latina.
El Comité Noruego resaltó que la dirigente venezolana ha sido una figura clave y unificadora dentro de una oposición históricamente fragmentada, capaz de articular un movimiento que encontró en la exigencia de elecciones libres y un gobierno representativo su punto de convergencia.
“Esto es precisamente lo que yace en la esencia de la democracia: nuestra voluntad compartida de defender los principios del gobierno popular, aun cuando discrepemos”, expresó el Comité durante la ceremonia de anuncio en Oslo.
Venezuela, que hace dos décadas era un país relativamente próspero y democrático, atraviesa hoy una de las crisis humanitarias y económicas más graves del hemisferio. El régimen autoritario, denunciado por organismos internacionales, ha reprimido sistemáticamente a la oposición mediante el fraude electoral, la persecución judicial y el encarcelamiento de disidentes.
Machado, fundadora de la organización Súmate, ha dedicado más de 20 años a promover la transparencia electoral, los derechos humanos y la independencia judicial. En 2024, fue inhabilitada por el régimen cuando lideraba las encuestas presidenciales, pero aun así respaldó al candidato Edmundo González Urrutia, impulsando una movilización masiva de observadores ciudadanos para proteger el voto.
Pese a la represión, millones de venezolanos alzaron su voz pacíficamentepara defender su derecho a decidir. Esa determinación, reconocida ahora por el Nobel de la Paz, consolida a María Corina Machado como símbolo mundial de la resistencia democrática y la esperanza civil frente al autoritarismo.
