Bogotá, Cundinamarca – EL ESPÍA |
Una grieta de fondo en la estrategia para la expedición de pasaportes terminó desencadenando la sorpresiva salida de Laura Sarabia del Ministerio de Relaciones Exteriores. La renuncia fue presentada este 3 de julio, tras una aguda discrepancia con el presidente Gustavo Petro sobre el futuro del contrato con Thomas Greg & Sons.
El detonante fue la decisión del presidente Petro de poner fin a la prórroga del contrato con la empresa privada Thomas Greg & Sons, pese a que Sarabia ya había declarado una nueva urgencia manifiesta para continuar con ese acuerdo. En su lugar, el mandatario optó por entregar la producción de los pasaportes a la Imprenta Nacional de Colombia, en colaboración con la Casa de la Moneda de Portugal.
En su carta de dimisión, Sarabia manifestó que no podía seguir avalando decisiones que, en su criterio, contradecían sus principios y visión institucional. La funcionaria, quien fue una de las colaboradoras más cercanas al presidente y símbolo de confianza en el alto gobierno, duró apenas cinco meses en el cargo.
La renuncia revela fracturas internas en el equipo de gobierno y abre interrogantes sobre la gestión de los servicios exteriores. El relevo en la Cancillería se da en medio de una transición delicada en la política migratoria y contractual del país.
