Por: Jaiver López – EL ESPÍA |
En el Día del Padre, más allá de los saludos y obsequios, vale reconocer a esos padres que luchan en silencio, enfrentando la adversidad con tal de sacar adelante a sus familias.
Son quienes madrugan, trabajan largas jornadas y aún así sonríen al llegar a casa. A pesar de la incertidumbre económica y el cansancio, no se rinden. Demuestran que la paternidad se basa en el esfuerzo, el ejemplo y la entrega incondicional.
Muchos de ellos pasan desapercibidos. Son padres que educan con acciones, que enseñan que la dignidad está en el trabajo honesto y que la grandeza está en no rendirse nunca.

Hoy es momento de valorar a esos hombres que, sin buscar reconocimiento, son el pilar de sus hogares. Ser padre es un compromiso diario que merece respeto todos los días.
En este Día del Padre, aplaudamos a esos héroes cotidianos que lo dan todo por amor, en silencio y con determinación.