Mocoa, 27 de abril – EL ESPÍA |
En una entrevista con EL ESPÍA, el educador Felipe Neri Burbano, rector en retiro y especialista en educación, expuso la grave crisis que atraviesa el sector educativo en el departamento del Putumayo. A través de una conversación franca, el profesor hizo un llamado a repensar el rumbo de la formación académica en la región.
¿Hay crisis en la educación del Putumayo?
“Yo creo que sí debe llamarse así. Mire: en el año 2024 presentaron Pruebas Saber 11 un total de 107 instituciones. De esas, solamente 2 se clasificaron en el nivel A+, pero 59 quedaron en nivel D, o sea, están rajadas. Es un dato muy preocupante.”
¿Qué otros problemas estructurales afectan la educación?
“Hay varios. Uno es la educación rural: está prácticamente todo por hacerse. Tenemos las leyes, existen los compromisos, pero no se han llevado a la práctica de manera efectiva.
El otro gran tema es la salud mental: también tenemos una ley, pero desde el sector educativo no estamos actuando como deberíamos. Esas leyes no pueden quedarse en el papel.”
¿Cuáles áreas son las más críticas en las pruebas?
“La evaluación mide competencias en lectura crítica, matemáticas, ciencias naturales, ciencias sociales e inglés. Y el panorama es preocupante: de las 107 instituciones, 59 están en nivel D. Eso significa que tenemos un porcentaje altísimo de estudiantes en nivel deficiente. Hay que preguntarse por qué.”
¿Cómo está el nivel de formación de los maestros?
“Altísimo. Hoy en día todos los maestros son licenciados, muchos con especializaciones, y hay una gran cantidad de magísteres.”
¿Cuántos doctores en educación tiene el departamento?
“Se estima que en Putumayo hay alrededor de 15 doctores en educación. Pero ahí viene la gran pregunta: ¿qué estamos aportando realmente? Porque el conocimiento debe reflejarse en los resultados y, lamentablemente, eso no está ocurriendo.”
¿Qué salario perciben estos profesionales?
“Un doctor en educación actualmente puede devengar alrededor de $12 millones mensuales, mientras que un magíster recibe aproximadamente $9 millones.”
¿La platica que ganan los educadores es solo para mejorar su vida personal o realmente están cumpliendo su función como profesionales?
El profesor Felipe Neri Burbano respondió:
“Esa es mi pregunta también. ¿Qué tanto estamos respondiendo al esfuerzo que hace el pueblo colombiano para remunerarnos bien como educadores? ¿Estamos verdaderamente comprometidos en mejorar la formación integral y prospectiva de nuestra niñez, de nuestra juventud y de nuestras familias?”
El llamado final del profesor es claro: sin un compromiso real y profundo de quienes forman a las nuevas generaciones, el futuro del Putumayo estará en grave riesgo.
