Por: Jaiver López – EL ESPÍA
La comunidad de la vereda La Pasera del corregimiento de Puerto Limón, celebra con entusiasmo un trascendental fallo de tutela que ordena la realización de un estudio técnico urgente ante la amenaza y vulnerabilidad geológica que enfrenta esta zona rural, históricamente golpeada por derrumbes y el olvido estatal.
Esta decisión judicial obliga a la Alcaldía de Mocoa, la Gobernación del Putumayo y la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD) a actuar en un plazo máximo de 15 días hábiles para iniciar el estudio. Posteriormente, tendrán otros 15 días para presentar a la comunidad un cronograma claro de medidas, acciones y tiempos de cumplimiento.
Detrás de este logro, la comunidad reconoce con gratitud y admiración la labor de Luis Carlos Guevara, profesional en Administración Pública, Especialista en Gestión Pública, Especialista en Servicios Públicos, y actualmente Maestrante en Desarrollo Sostenible y Medio Ambiente.
“Luis Carlos nunca nos soltó la mano. Siempre estuvo, escuchó, gestionó, nos orientó y peleó por nosotros. Sin su compromiso, esta lucha no tendría este resultado”, afirmó Giovanni Cisneros, presidente de la Junta de Acción Comunal de La Pasera.
Guevara, conocido por su trabajo cercano con las comunidades rurales, ha sido una voz firme frente al abandono institucional.
La vereda manifiesta con orgullo este triunfo, cansados de lidiar con el mal estado de las vías, donde las familias se les dificultaba transportar sus productos agrícolas, llevar a los niños a la escuela o diligenciar algún trámite. La última vez que se realizó un mantenimiento a la vía fue en el periodo de la administración anterior, y ya han transcurrido 5 años sin la intervención de la administración del actual alcalde.
“La comunidad nunca fue escuchada por el alcalde. Mandamos muchas peticiones, pero el señor Piedrahita jamás se presentó. Nos cansamos del abandono, de los derrumbes constantes, de ver a nuestros campesinos arriesgarse para sacar sus productos agrícolas. Hoy celebramos, pero seguimos vigilantes”, resaltó el presidente Giovanni.
La sentencia no solo representa una victoria legal, sino también un triunfo social y comunitario, que visibiliza la urgencia de proteger la vida, la dignidad y el desarrollo sostenible en las zonas rurales de Mocoa.
