Bogotá, diciembre 7 de 2025
Una ponencia legislativa empezó a circular entre aspirantes al Congreso, proponiendo una transformación total del Estado, desde la educación y la justicia, hasta la estructura misma del parlamento. La iniciativa, presentada por Arley José Quiñónez Ortiz, expone que Colombia tiene “una gran Constitución, pero leyes débiles y desconectadas de las regiones”.
El documento denuncia que muchas normas se hacen lejos de la realidad territorial y que el país continúa atado al clientelismo, la corrupción y la confusión electoral. Frente a ese panorama, Quiñónez plantea un paquete de proyectos de ley y reformas constitucionales que buscan “operativizar el Estado social de derecho” y corregir desequilibrios históricos.
Entre las propuestas aparecen una reforma profunda al sistema educativo, con colegios especializados y el grado 13 para formar tecnólogos; la creación de universidades departamentales; leyes para fortalecer la salud pública, proteger al agricultor, y apoyar a pequeños y medianos empresarios.
En el terreno político, la ponencia revive la idea de elegir por voto popular al procurador y al fiscal, crear un Tribunal de Justicia Ciudadana y aplicar el llamado Voto Esencial, que no obliga pero sí se convierte en requisito para acceder a servicios del Estado, buscando frenar el abstencionismo y el clientelismo.
El plato fuerte es la propuesta de reformar el Congreso, reduciéndolo de casi 288 congresistas a 187, y convirtiéndolo en un parlamento tricameral: un Senado de 60 miembros, una Cámara de Diputados de 67 y una Cámara Ciudadana de 60, con representación para etnias, sectores sociales y regiones. Además, se plantea que los periodos de gobierno pasen a seis años, con uno especial de siete cada tres décadas, y que se adopten planes de desarrollo de 30 años.

La ponencia, que ya circula en despachos políticos y académicos, está llamada a generar debate: unos la ven como una hoja de ruta para modernizar el país; otros, como una reforma demasiado ambiciosa para el clima político actual. Lo cierto es que el documento puso a hablar a muchos sobre lo que la Constitución permite… y lo que las leyes aún no logran.
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