Investigadores estadounidenses descubrieron en 1940 que la carne de cuy contiene una enzima llamada «Asparaginasa», que tiene la capacidad de detener el crecimiento de tumores. Este hallazgo ha generado un gran interés en la comunidad médica y científica, ya que podría ser una herramienta valiosa en la lucha contra el cáncer.
El cuy, un animalito originario de las regiones andinas de América del Sur, ha sido parte de la gastronomía y rituales de los pueblos andinos durante más de 2.500 años. Sin embargo, su importancia va más allá de su valor cultural y culinario.
La enzima Asparaginasa presente en la carne de cuy ha demostrado ser efectiva en la detención del crecimiento de tumores, lo que la convierte en una opción prometedora para el tratamiento del cáncer. Médicos oncólogos ya recomiendan el consumo de la carne de cuy como parte de una dieta equilibrada y saludable.
Con 26 tipos de cuy en Sudamérica y seis especies en Perú, esta proteína es no solo nutritiva sino también accesible. El consumo de la carne de cuy podría ser una forma de prevenir y tratar el cáncer de manera natural y efectiva.