Washington – EL ESPÍA |
En una dramática escalada del conflicto en Medio Oriente, Estados Unidos acaba de entrar oficialmente en la guerra entre Israel e Irán, luego de que el expresidente y ahora nuevamente mandatario Donald Trump confirmara una ofensiva militar directa sobre suelo iraní. Según declaraciones ofrecidas desde la Casa Blanca, Trump calificó la operación como un “éxito total” y aseguró que el ataque fue “espectacular y necesario para la paz mundial”.
La ofensiva incluyó bombardeos sobre tres plantas nucleares en territorio iraní, lo que marca un punto de no retorno en las tensiones regionales. El Pentágono no ha revelado detalles específicos sobre las bajas o daños, pero medios locales en Teherán reportan incendios y evacuaciones masivas en zonas cercanas a las instalaciones atacadas.
La reacción internacional no se hizo esperar. La Organización de Estados Americanos (OEA), a través de un comunicado urgente, condenó el “ataque desmedido” y pidió a Estados Unidos “responsabilidad y mesura en sus decisiones militares”, advirtiendo sobre el riesgo de una guerra global.
Mientras tanto, Israel celebró el apoyo estadounidense, mientras que Rusia y China convocaron a sus consejos de seguridad internos. La ONU también ha citado a reunión de emergencia.
Los mercados internacionales ya comienzan a reflejar la tensión: el petróleo superó los $120 dólares por barril y las bolsas de Asia y Europa registran caídas superiores al 4%.
Analistas advierten que esta acción podría desencadenar una cadena de represalias en la región y marcar el inicio de un conflicto abierto entre potencias mundiales. El mundo, una vez más, contiene la respiración.
