Mocoa, Putumayo – EL ESPÍA |
La ola de inseguridad que azota a Mocoa tiene en máxima alerta a la ciudadanía. En los últimos días, la situación se ha tornado crítica, con múltiples hurtos y atracos registrados en diferentes sectores, alimentando un clima de miedo e impotencia entre los habitantes.
Uno de los casos más alarmantes ocurrió hace siete días en la vía que conecta Mocoa con Pitalito, cerca del Puente Metálico. Un grupo de ciclistas que realizaba su rutina deportiva fue interceptado por dos sujetos armados, quienes los despojaron de sus pertenencias. La noticia provocó indignación entre los deportistas y residentes que frecuentan esa ruta.
Tan solo dos días después, en pleno centro de Mocoa, un grupo de jóvenes fue víctima de un asalto mientras compartía en una cafetería. Un delincuente logró arrebatarle una cadena de oro a una de las presentes, sin que se produjera una respuesta inmediata de las autoridades.
El último hecho violento se registró ayer en el barrio Villarosa II. Una joven que regresaba a su vivienda fue abordada por dos hombres, quienes la agredieron físicamente y le robaron su motocicleta. Este nuevo episodio ha encendido aún más las alarmas de la comunidad.
Ante la creciente crisis de seguridad, decenas de ciudadanos se han movilizado hasta la Alcaldía para exigir medidas urgentes. El alcalde Carlos Hugo Piedraita enfrenta fuertes críticas por su aparente inacción y falta de compromiso con la seguridad del municipio.

Patricia Romo, residente del barrio Villa Rosa, expresó su frustración: “Estamos cansados; la inseguridad está fuera de control y no vemos una respuesta efectiva. Exigimos presencia real de las autoridades y soluciones contundentes.” Por su parte, Víctor Puerres, víctima de hurto, lanzó un duro reclamo: “¿Dónde está el señor alcalde? Solo lo vemos viajando con nuestros recursos y apareciendo en fotos cuando hay cámaras. Le quedó grande gobernar.”
Los llamados a la Policía y a la administración municipal se han intensificado. La comunidad exige la implementación inmediata de un plan de choqueque permita frenar la ola de criminalidad y devolver la tranquilidad a Mocoa.