Abatidos tres días del congreso extraordinario de los 11 pueblos indígenas del Putumayo para lograr su armonización, no ha sido fácil encontrar un acuerdo, que ponga punto final a la división generada por dos juntas directivas de la OZIP, una liderada por el presidente encargado Rosendo López y la otra, por Marino Peña, resultado de una pasada convocatoria, la que trascendió igualmente dividida.
Las diversas posturas durante estos días de discusión de la asamblea popular indígena, ha tenido variadas posturas como la de Peña: “Compartamos el poder” su llamado desentrabar la problemática de liderazgo en los pueblos de la organización, compartiendo el mandato, cosa que, cayó mal en la oposición aspirante a la salida del gobernador Musurrunacuna. El grupo de López, es el heredero de la presidencia desvinculada del ex gobernador, Homero Mutumbajoy.
Después de la múltiple discusión y posiciones encontradas, la noche del martes terminó con alboroto en el edificio de la OZIP, tanto que la Policía Nacional, tuvo que hacer presencia para evitar cualquier confrontación.

Las comunidades por su parte, esperan que, se ponga de acuerdo su dirigencia y se oriente a tener un solo liderazgo que, no divida a los 11 pueblos organizados.