Mocoa, 29 de noviembre de 2025
La eventual llegada del diputado Diego Zambrano a la lista del azul para la Cámara, convierte al movimiento en uno de los más determinantes dentro del reacomodo político para las elecciones de 2026.
El reconocido dirigente, considerado miembro honorario de la colectividad, representa una fuerza electoral consolidada y un liderazgo que podría ser decisivo para que el conservatismo recupere su curul legislativa en el departamento.
Según miembros del directorio departamental, de concretarse su renuncia como diputado, el partido no tendría necesidad de acudir a coaliciones interpartidistas, lo que fortalecería la apuesta por una lista propia y sólida.
El impulso actual del conservatismo ha sido dinamizado por el precandidato Germán Ortiz, quien ha logrado el apoyo de más de 70 líderes conservadores, entre ellos exalcaldes, exdiputados y concejales, consolidando un bloque interno robusto. A este cuadro se suma la joven abogada Valeria Díaz, considerada una figura emergente, lo que abre paso a una fórmula competitiva y equilibrada dentro del partido.
La integración de estos nombres debilita la propuesta de un sector minoritario que ha insistido en impulsar una lista interpartidista, idea que viene circulando en diferentes corrillos políticos del departamento.
Mientras tanto, el directorio conservador cuestiona la pasividad de algunos “varones electorales” tradicionales, quienes en otros tiempos dominaron la política regional pero hoy se muestran discretos y distantes frente al proceso de reorganización azul.
En una carta dirigida al Directorio Nacional del Partido Conservador, un grupo de líderes y simpatizantes del precandidato Germán Ortiz solicitó respaldar la decisión de presentar una lista única conservadora para las elecciones del 8 de marzo de 2026, afirmando que la colectividad llega fortalecida con nuevos liderazgos que están en capacidad de disputar la curul del Putumayo.
La sumatoria de las fuerzas de Germán Ortiz, Valeria Díaz y Diego Zambranoconfigura la estrategia más sólida del conservatismo para quedarse con una de las dos curules en disputa, en un escenario donde otros movimientos compiten como aves de rapiña por el control político del Putumayo.
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