Redacción mundial, EL ESPÍA
Un estudio reciente publicado en la revista BMC Public Health sugiere que las personas con tatuajes grandes podrían tener un mayor riesgo de desarrollar linfoma y cáncer de piel en comparación con quienes no están tatuados.
La investigación, liderada por el equipo de Clemmensen et al., analizó datos de salud de 5,900 gemelos y encontró que quienes tenían tatuajes extensos presentaban un riesgo tres veces mayor de desarrollar linfoma y un 62% más de probabilidades de padecer cáncer de piel.
Los científicos creen que las partículas de tinta pueden acumularse en los ganglios linfáticos, afectando su función y potencialmente aumentando el riesgo de cáncer. Aunque se observó una posible relación con la tinta roja, los expertos enfatizan que se necesitan más estudios para confirmar estos hallazgos y entender los mecanismos biológicos involucrados.

“Este estudio no demuestra una relación causal entre los tatuajes y el cáncer, sino que sugiere una posible asociación que requiere más investigación”, aclaró el Dr. Clemmensen.
Los especialistas recomiendan a las personas con tatuajes mantener la calma, pero tomar medidas preventivas como chequeos médicos regulares y protección solar.
Este hallazgo pone en alerta a la industria del tatuaje y a los reguladores, quienes podrían necesitar nuevas medidas para garantizar la seguridad de los pigmentos y proteger la salud pública.