Edición: Jaiver López – EL ESPÍA |
Adam Castillejo, un venezolano residente en Londres, se ha convertido en un símbolo de esperanza para miles de personas que viven con el VIH. En 2019, hizo historia al convertirse en el primer paciente latinoamericano en curarse del virus y apenas la segunda persona en el mundo en lograrlo.
Su lucha comenzó en 2003, cuando recibió el diagnóstico de VIH. En aquel momento, los médicos le dieron un pronóstico sombrío: entre 5 y 10 años de vida. Sin embargo, Adam se aferró a la esperanza. En 2011, un nuevo desafío se sumó a su batalla cuando fue diagnosticado con linfoma en etapa 4. Esto lo llevó a someterse a un trasplante de células madre, un procedimiento que, sin que él lo supiera en ese momento, cambiaría su destino.
El éxito de este tratamiento radica en la mutación genética “delta 32”, que impide que el virus ingrese a las células del sistema inmunológico. Las células madre provenientes de un donante con esta rara mutación reemplazaron las suyas, permitiéndole a su cuerpo erradicar el virus.

En 2017, Adam dejó de tomar medicamentos antirretrovirales y, para finales de 2019, llevaba más de 30 meses libre del virus. Su caso no solo marcó un hito en la ciencia médica, sino que también encendió una nueva luz de esperanza en la búsqueda de una cura definitiva para el VIH.
Su historia es un recordatorio del poder de la investigación, la determinación y la resiliencia humana ante la adversidad.