EL ESPÍA, Edición mundial
Un estudio publicado en la revista Nature Microbiology ha descubierto que el consumo habitual de café está asociado con la presencia de ciertas especies bacterianas en el intestino, las cuales producen un ácido graso con efectos neuroprotectores.
La investigación, liderada por el equipo de Manghi et al., identificó 115 especies bacterianas asociadas con el consumo de café, destacando la Lawsonibacter asaccharolyticus. Esta bacteria, hasta ocho veces más abundante en bebedores de café, es clave en la producción de butirato, un ácido graso de cadena corta que mejora la función mitocondrial en el cerebro, optimiza la producción de energía neuronal y fortalece la barrera hematoencefálica.
Además, el butirato tiene propiedades antiinflamatorias que reducen la neuroinflamación, un factor asociado con enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer y el Parkinson. Estudios epidemiológicos de gran escala han observado que un consumo moderado de café (3 a 5 tazas al día) se asocia con una reducción del riesgo de demencia de hasta un 65%.

La sinergia entre el café, la microbiota intestinal y el metabolismo del butirato sugiere que esta bebida podría desempeñar un papel crucial en la protección de la salud cerebral a largo plazo. Sin embargo, es importante destacar que el equilibrio es clave, ya que un consumo excesivo puede generar efectos adversos.