Redacción política, EL ESPÍA
En una jugada que remeció el tablero político del Putumayo, Buanerges Rosero Peña, jefe de la campaña “Putumayo Sigue Adelante”, dejó atónitos a propios y extraños al revelar una adhesión clave para Freddy Peña, quien aspira a la Gobernación en las elecciones atípicas del próximo domingo 23 de febrero de 2025. La sorpresa se destapó durante el multitudinario cierre de campaña en la avenida principal de Mocoa.
Rumores y expectativa antes del anuncio
En las horas previas, la expectativa era palpable. Los rumores corrían con velocidad: ¿Se trataría de una declinación de Jonny Portilla del partido Liberal en favor de Freddy Peña? ¿Habría un giro inesperado en la contienda? Pero desde la tarima, ante una marea humana que ondeaba los colores de la “Ola verde”, Buanerges rompió el silencio con una frase que hizo eco entre los asistentes: “Bienvenida a las alianzas con los diferentes partidos políticos, pero la gran bomba se presentó hoy, y saben ¿cuál es la bomba? La alianza con todo este pueblo”.
La jugada maestra: alianza con el pueblo

Con esa declaración, Buanerges, un verdadero “tigre de la política”, dejó claro que la estrategia de Peña no depende de acuerdos de élite o pactos entre caciques. La clave está en la calle, en la gente de a pie. En sus palabras, los mejores acuerdos se construyen “con gente del común y no con caciques”, un golpe directo a las viejas maquinarias políticas de Putumayo.
Especulaciones sobre alianzas y el poder de la multitud
En las horas previas, analistas y opinadores apostaban a que exgobernadores de peso, como Felipe Guzmán e Iván Gerardo Guerrero, se sumarían al proyecto de Peña. Sin embargo, el candidato fue tajante: “Yo tengo la maquinaria del pueblo”. Y así lo demostró. Según cifras de la campaña, unas 13 mil personas, llegadas de cada rincón del Departamento, formaron una caravana vehicular que desafió incluso los dos aguaceros torrenciales del domingo 16 de febrero.
El golpe de efecto en la recta final
Con este movimiento, Buanerges y Freddy Peña dinamitan el cálculo político tradicional y colocan el énfasis en el poder popular. A una semana de las elecciones, el mensaje es claro: la fuerza no está en las cúpulas, sino en la multitud. Ahora la pregunta que queda en el aire es: ¿Será suficiente esta “bomba” para asegurar la Gobernación?

La campaña de Peña parece estar empoderada, y el eco de su grito de batalla resuena: “La maquinaria es el pueblo”.