La Hormiga, Putumayo – EL ESPÍA |
Tras más de un mes de suspensión, el Gobierno Nacional y la Coordinadora Nacional Ejército Bolivariano (CNEB) volvieron a sentarse en la mesa de conversaciones, reafirmando su compromiso con la paz en un encuentro celebrado en el municipio de La Hormiga, bajo Putumayo.
El jefe negociador del Gobierno, Armando Novoa, y el representante de la CNEB, Walter Mendoza, no solo sellaron el reinicio con un apretón de manos, sino que acordaron acciones concretas: el 11 de octubre, en Puerto Asís, se destruirán 14 toneladas de explosivos y material de guerra en presencia del presidente Gustavo Petro.
Dentro de los compromisos también figura el arranque del programa piloto de sustitución de 30 mil hectáreas de coca en Nariño y Putumayo, además de la creación de las primeras zonas de ubicación integral temporal, que recibirán a 120 combatientes en proceso de reincorporación.

Sobre el caso de Andrés Rojas, alias “Araña”, Novoa explicó que se realizan gestiones legales con la Fiscalía General y el presidente Petro para permitirle su vinculación presencial al proceso, pese a estar detenido con fines de extradición.
Por su parte, Walter Mendoza pidió al Congreso avanzar en un marco jurídico que blinde la negociación, y advirtió que sin estas garantías no se podrá avanzar en la sustitución de cultivos ilícitos ni en la transición de los combatientes a la vida civil. También llamó a la sociedad civil a movilizarse para respaldar los diálogos, al considerar que la paz “tiene muchos enemigos”.
La reactivación de la mesa de diálogo abre un nuevo escenario para desescalar la guerra en el Putumayo y Nariño, con la expectativa de que antes de finalizar el actual gobierno se logren acuerdos mínimos que mantengan el proceso en marcha