Mocoa, Putumayo – EL ESPÍA |
Lo que alguna vez fue un espacio icónico para el arte, la recreación y el encuentro ciudadano, hoy es motivo de preocupación y tristeza para los habitantes de Mocoa. El Parque de las Guitarras, símbolo cultural del municipio, se encuentra en total estado de abandono, afectado por el deterioro físico, la inseguridad y el constante consumo de sustancias psicoactivas.
Desde hace meses, vecinos, empresarios y líderes comunitarios vienen alertando sobre el creciente deterioro del lugar. Denuncian que el parque se ha convertido en un foco de habitabilidad en calle, consumo de drogas como marihuana y otras sustancias, y que los fuertes olores de orina y basura hacen imposible caminar por allí, especialmente durante las noches.

“El parque ya no es un lugar seguro ni digno para nuestras familias ni para los niños. Huele mal, hay personas consumiendo droga todo el tiempo. Es muy triste que un espacio tan bonito esté así”, manifestó una madre de familia residente del sector.
Empresarios de la zona han intentado ofrecer soluciones. De manera formal han propuesto a la Alcaldía municipal encargarse del embellecimiento, limpieza y mantenimiento del parque, con el objetivo de recuperar este espacio para la comunidad, los jóvenes talentos musicales y los niños. No obstante, según afirman los solicitantes, las propuestas han sido rechazadas por el actual alcalde, sin explicación clara.
“Nosotros no queremos politizar esto, solo queremos ayudar. Estamos dispuestos a invertir recursos propios para recuperar el parque, pero no hemos recibido ningún tipo de apoyo ni permiso por parte del señor alcalde”, señaló un empresario local.
La comunidad también ha enviado múltiples peticiones a la administración municipal, exigiendo atención urgente, pero aseguran que no han recibido respuesta alguna. Esta falta de gestión y voluntad política ha generado descontento generalizado y un sentimiento de abandono por parte de las autoridades locales.

El Parque de las Guitarras, diseñado como un espacio cultural, artístico y recreativo para toda la ciudad, se encuentra hoy como una muestra dolorosa del olvido institucional. Mientras tanto, los niños ya no juegan allí, los músicos no se presentan, y la comunidad mira impotente cómo un lugar pensado para el encuentro se ha convertido en un símbolo de deterioro y desidia.
Por: Jaiver López, elespia.co