Por Jaiver López – EL ESPÍA |
En el sur del país, donde la cultura lucha por abrirse paso entre las dificultades, un médico putumayense se ha convertido en aliado clave del arte y el talento juvenil. Se trata de William Riascos, especialista en medicina interna y nefrología, quien ha demostrado que su compromiso con la región va mucho más allá de los consultorios y hospitales.
Además de su reconocida labor en el sector salud, Riascos se ha destacado como un firme promotor del desarrollo cultural y deportivo en el departamento del Putumayo, convencido de que el bienestar de una comunidad también se construye con oportunidades, identidad y expresión artística.
Uno de los jóvenes beneficiados por su respaldo es Adrián Ortiz, un cantante emergente del género popular, quien recientemente lanzó su sencillo “Amarga Experiencia”. Gracias al apoyo de Riascos, Ortiz ha podido posicionar su música en emisoras locales y plataformas digitales, abriendo camino en una industria que muchas veces ignora el talento de las regiones apartadas.
“El arte también sana”, ha dicho en varias ocasiones el médico, quien no solo aporta recursos, sino que se involucra personalmente en la organización de eventos culturales, el apoyo a deportistas jóvenes y la visibilización de artistas locales.

Su visión es clara: la salud de un pueblo no depende solo de medicamentos o tratamientos, sino también de oportunidades para soñar, crear y crecer. Por eso, desde un rol discreto pero constante, William Riascos ha sembrado esperanza en cientos de jóvenes que ven en él no solo a un médico, sino a un verdadero aliado.
En un contexto donde el arte suele ser lo último en las prioridades del Estado, casos como el de Riascos inspiran. Su historia demuestra que el compromiso social también puede ejercerse desde la medicina, cuando se entiende que curar cuerpos es tan importante como alimentar espíritus.