Redacción: Diario EL ESPÍA
Tres años después del crimen que sacudió a Popayán, las autoridades lograron capturar a William Quintana, alias “Chiki”, el sicario que, según la investigación, ejecutó el asesinato de una funcionaria del Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) por orden de su propio sobrino, todo por una herencia de 550 millones de pesos.
El homicidio, ocurrido el 5 de julio de 2022, parecía un caso más de violencia urbana, pero con el tiempo las pruebas revelaron un plan meticuloso: llamadas interceptadas, testimonios clave y videos de inteligencia fueron las piezas que armaron el rompecabezas. El presunto autor intelectual, movido por la avaricia, habría contratado a alias “Chiki” para deshacerse de su familiar y quedarse con una propiedad.
Presentados ante un juez, ambos fueron enviados a prisión mientras avanza el proceso por homicidio agravado.

El caso hace parte de una ofensiva contra el crimen organizado, que ha permitido la captura de 582 delincuentes, 160 de ellos homicidas.
Las investigaciones no terminan. ¿Hubo más cómplices? ¿Quién facilitó la logística? Las autoridades aún buscan respuestas.