EL ESPÍA, redacción regional
Este 4 de marzo se cumplen dos meses de uno de los crímenes más impactantes en la historia reciente de Mocoa. El exalcalde y dirigente conservador, y el reconocido cantante de música popular, fueron brutalmente asesinados en un atentado sicarial que aún deja más preguntas que respuestas.
Aquella tarde del 4 de enero, cuando el reloj marcaba las 3:15 p.m., dos sicarios irrumpieron en una vivienda del barrio Los Pinos. Sin mediar palabra, abrieron fuego contra los presentes, segando la vida de Cerón y Fajardo al instante. Una mujer que se encontraba en el lugar resultó herida, pero logró sobrevivir.

Una investigación llena de sombras
Desde el inicio, el caso se convirtió en un rompecabezas complejo. Según la Policía Nacional, los sicarios fueron enviados desde el departamento de Nariño. El comandante de la policía, coronel Wilson Barrios, aseguró que ya han sido plenamente identificados. Sin embargo, la pista se enfría: los teléfonos de los sicarios dejaron de emitir señal, y todo apunta a que fueron eliminadospor quienes los contrataron.
Si bien la autoría material parece clara, el gran misterio sigue sin resolverse: ¿quién ordenó los asesinatos?

Hipótesis en juego
Las primeras líneas de investigación apuntan a una deuda pendiente como posible motivo del crimen del exalcalde Cerón Chicunque. No obstante, el monto y la naturaleza de esta deuda siguen siendo desconocidos.
Mientras tanto, el asesinato de Andrés Fajardo, sigue siendo un enigma. ¿Era un objetivo al igual que Cerón; estaba en el lugar equivocado y coincidió con el ataque al ex alcalde?
Clamor por justicia
En Mocoa, la indignación no ha pasado y las más de 8.000 mujeres seguidoras de los “Bingos de las Madres”, de Elver Porfirio, han tomado la bandera de la exigencia: que las autoridades esclarezcan el crimen y se capture a los autores intelectuales.
Pero la gran pregunta sigue en el aire: ¿se hará justicia o este caso se sumará a la larga lista de impunidades?